Al sur de Montán, en las estribaciones del Puntal de la Atalaya, está la cueva Cirà, una de las 10 cavidades de mayor longitud de la Comunitat y perfecta para practicar el deporte espeleología. En sus más de 1.100 metros de recorrido se intercalan varias salas de gran envergadura con curiosas formaciones que adornan sus techos y paredes.
La cavidad fue hábitat de pobladores prehistóricos, utilizada posteriormente como refugio y aprovechada a mediados del siglo XX para la explotación minera, extrayendo mármol de su interior. Los primeros 150 metros discurren por una gran galería semiartificial, ensanchada por las diferentes prospecciones, pero que todavía conserva algunas estalactitas y coladas. Hasta aquí su visita no requiere de material técnico.
Al final de esta primera sala, una gran columna revestida de diferentes concreciones bloquea el paso. Para poder continuar, se deberá hacer uso de cuerda y escalar alrededor de 5 metros con el fin de acceder a un largo pasillo con varios resaltes que comunica con las diferentes salas de la cavidad.
Destacan en estas las paredes repletas de aragonito y los números gourgs formados por el paso persistente del agua. Finaliza el recorrido en un laminador que se estrecha hasta impedir el tránsito.
Sin duda la Cueva Cirà es una de las actividades más llamativas para practicar en Montán y con Nucs podrás descubrir esta y otras cavidades de Castellón a mano de nuestros guías titulados.
(Este artículo escribió el Director Técnico de Nucs, Jorge Martínez Pallarés, para la revista Castelló Turisme i Gastronomía)